Relatorías
Mg. Cs. Pablo Lois Silva: “De pantallas, virtualidad y seres humanos”
Extracto: “El uso de “pantallas” y la virtualidad se ha incrementado debido a la situación mundial, que probablemente no cambiará en su totalidad al volver a la “nueva normalidad”. Mucho de nuestra vida profesional y también personal se ha tenido que adecuar a la modalidad telemática, que no solo implicaron cambios en la forma de hacer docencia, sino que cambios en nuestro esquema de vida y de afrontar el día a día diversos desafíos de una forma que no estábamos totalmente acostumbrados. Abordaremos los hallazgos de la investigación científica en Neurobiología sobre el uso de pantallas y sus posibles incidencias en el aprendizaje.”
Mg. Cs. Mv. Ximena Martínez Oportus: “TICs y Neurociencias: Jugar v/s Retroalimentar”
Extracto: La pandemia ha acelerado el proceso de cambio, que ha repercutido en las aulas, como también viene a recordarnos la búsqueda de nuevas formas de enseñanza aprendizaje, en la postpandemia. Ésta en búsqueda inherente de la integralidad, pero también del correcto uso de las tecnologías de la información en pos de fortalecer procesos cognitivos declarados en la participación de la gestión de los saberes. El docente cumple un nuevo rol de facilitador de los aprendizajes con funciones académicas y sociales, donde el juego y su correcta retroalimentación pasan a ser un pivote fundamental de la transferencia, la metacognición y desde lo más biológico y la metaplasticidad, para el cumplimiento de la meta final que es que el cerebro aprenda.
Descripción general
Hoy la virtualidad engloba todo el mundo, recorre todas las actividades humanas, entre ellas la educación. Deja improntas tanto en estudiantes como en docentes… Ese fantasma, esa nueva realidad, vino para quedarse, ya no es parte de un futuro visualizado por alguna película futurista, es presente. Y así va imponiéndose una forma de hacer educación basada en experiencias virtuales. Debemos adaptarnos y reconocer que la virtualidad ya es parte de nuestro día a día… es la nueva educación, un nuevo contexto, un nuevo mundo con el cual debemos relacionarnos.
En este escenario, la educación con herramientas virtuales nos pone en una situación que debiera hacernos reflexionar de cómo nuestras relaciones virtuales pudiesen cambiar nuestras formas de entender la realidad. Es decir, cuestionar todo aquello que se nos pueda presentar como última y absoluta, con el propósito de una búsqueda por un saber que nunca vamos a alcanzar o acceder del todo, porque es un saber que no existe en términos absolutos, y cambia con nuevos saberes. De hecho, cuando hablamos de la realidad no necesariamente implica una realidad única, pudiendo existir una infinidad de realidades, tantas como personas existen, ya que cada ser humano tiene una conceptualización distinta de las cosas, los hechos, los problemas, etc., que dependen de sus experiencias, vivencias y conocimientos. Por ello, la realidad se vuelve virtual en el sentido que cada persona hace una lectura distinta de una aparente misma “realidad”.
Por otro lado, el modelo de escuela va evolucionado hacia un modelos donde ya no se tienen paredes; la educación virtual, esa que el global e hiper-conectada… hiper-informada…. Y al parecer, no solamente en el tiempo de pandemia…
Esto no debe entenderse como una oposición a la virtualidad del día a día, debemos utilizar las tecnologías, están aquí y no nos dejarán… pero esto no debiese impedir el que nos interroguemos de cómo ellas impactan en todas las dimensiones donde se desarrolla del ser humano, desde sus primeros años de escuela, hasta la educación superior y la educación durante toda la vida. De hecho, a pesar del creciente uso de herramientas virtuales, de sus potencialidades y de su visualización mediática, para muchos resulta evidente que aún existen interrogantes no resueltas respecto de sus beneficios y de sus peligros. Necesitamos más investigación que permita construir un piso sólido, con evidencias que permitan respaldar su uso, no solo en término de su efectividad pedagógica sino también en lo que respecta a su seguridad en el desarrollo neurológico de los alumnos. Por ello, si bien es claro que las herramientas virtuales se están empleando no solo en la educación, debemos estar conscientes que como toda tecnología, también tiene sus riesgos cuando no se emplean correctamente, pudiendo generar más problemas que beneficios. Y esto último es importante sobre todo en la etapa escolar, donde el cerebro de niñas y niños es más permeable a las condicionantes ecológicas.